RUTA 8: UNA RUTA CON DEMASIADAS PROMESAS Y DEMASIADOS MUERTOS...

Los medios nacionales reflejaron esta semana el mal estado de la Ruta 8 y la falta de cumplimiento de los plazos en las obras prometidas. Mientras tanto siguen muriendo muchas personas.

La ruta donde se mató toda una familia está en mal estado y no hicieron las obras prometidas

La nacional 8
El primer anuncio de hacer una autovía fue de 2006. Tras idas y vueltas,
Cristina Kirchner prometió en 2010 que estaría terminada el año pasado. Pero sigue inconclusa. En un accidente, ayer murió un matrimonio y sus tres hijos. 

El automovil de la familia Peruccio
El viaje por la ruta nacional 8 permite ver decenas de estrellas. Pero no hay que mirar al cielo para observarlas: están abajo, en el pavimento. Algunas pintadas de amarillo, otras grises, gastadas por los autos que pasan sobre ellas. Cada estrella tiene un nombre y una fecha. Cada estrella significa que una persona falleció en un accidente vial justo en ese punto. La muerte de una familia completa ayer a la 1.30 de la madrugada, cuando volvía de pasar el fin de semana largo en la Costa Atlántica,reavivó la bronca y la resignación de los vecinos que ya están cansados de que en su pueblo, la muerte de alguien conocido en esa ruta sea una noticia repetida.

La tragedia de los Pirruccio desnuda el retraso de las obras en la ruta 8. La promesa de transformar a la 8 en una autovía con dos manos de cada sentido data de 2006. En noviembre de ese año, el gobierno concesionó a la unión de empresas Corporación América (del empresario Eduardo Eurnekian) y Helport SA la instalación de un sistema de peaje para la construcción, mantenimiento, administración y explotación de una autopista entre Pilar y Pergamino. La promesa era terminar la autopista con dos carriles de cada lado en seis años.
Se había anunciado con bombos y platillos por el ex presidente Néstor Kirchner. Su extensión sería de 180 kilómetros, tramo a tramo, comenzando desde Pilar, luego continuando en la cabecera norte Pergamino, para finalizar en su parte central. Pero dos años después, cuando sólo se habían construído once kilómetros, las obras se suspendieron.
“Muy buenas tardes a todos y a todas; veo caras muy conocidas de la región, afectada por la necesidad de tener esta moderna autovía que hemos tomado la decisión de rescindir el contrato porque no se está llevando a cabo la obra. ¿En qué término lo vamos a hacer el llamado, desde que llamamos a licitación y el momento? En agosto, bien, muy bien, o sea que una obra que va a estar terminada -como recién decía el video- en el año 2014 y que se suma a corredores viales estructurales de la República Argentina, demandados por mucho tiempo”. Así, el martes 20 de julio del 2010 la presidenta Cristina Fernández prometía una licitación de obras para la ruta 8, que todavía sigue inconclusa.
A partir de ahí nada, cambió y la realidad es totalmente distinta a la promesa. Los vecinos ya están cansados, hartos, desesperados. Clarínrecorrió ayer la ruta que fue diseñada hace décadas, pero que no cuenta con ninguna obra que la modernice: asfalto en pésimo estado, entradas a los pueblos deterioradas, cruces peligrosos, decenas de camiones, y hasta semáforos que interrumpen el avance en distintos puntos.
“Ya no sabemos qué hacer. Hoy se me murió mi ahijado, pero ayer fue otro vecino y mañana será otro más. La ruta es peligrosa y casi nuestra única comunicación con Capital Federal o la Costa”, le dijo a este diario, todavía con un nudo en la garganta, Francisco Pantano (63), padrino de Silvio Pirruccio. El hombre, de 44 años, murió ayer con su esposa Nancy (43) y sus hijos Camila (14), Eliseo (9) y Ellen (3), cuando la Meriva en la que volvían de Mar de Ajó chocó frontalmente con un camión cargado de pollos congelados.
En Capitán Sarmiento, lugar del accidente, hasta la Policía asegura que la 8 es peligrosa y que ya tienen un operativo especial para los accidente viales. "Hay accidentes todo el tiempo. Justo acá está la entrada del pueblo, y entran y salen autos todo el tiempo. No está bien señalizado y, si no estás atento, seguís de largo. Y puede pasar cualquier cosa", comentó un agente.
Anochece, y un periodista de Pergamino alerta a este cronista: “Vuelvan tranquilos, sin desesperarse. Tengan mucho cuidado”. Las curvas y las lomadas no dejan ver quién viene del otro lado. Y las estrellas ahora también se ven en el cielo.
Fuente: Diario Clarín

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